Sin derecho no hay paz
Uno de los males de fondo de España es el desprecio al Derecho por parte de tantos. Cuando una sociedad ve con normalidad que algunos poderes públicos o grupos sociales no apliquen –o incluso desprecien expresamente- las leyes o las sentencias judiciales, esa sociedad está abocada antes o después a apostar por soluciones violentas a sus problemas, pues si la justicia institucionalizada no es respetada impunemente se genera un ámbito para la imposición arbitraria del más poderoso.
El informe de la juventud España 2012 pone de manifiesto una vez más que las políticas públicas en materia de juventud y sexualidad fracasan estrepitosamente
“Necesita que las familias, las leyes, y el sistema educativo; cada uno en el ámbito de su responsabilidad y competencia, apuesten por una educación afectivo sexual que tome en serio la trascendencia de la sexualidad para la vida de la persona y eduque en la responsabilidad en esta materia (…)”.