La investigación no se justifica por sí misma cuando están en juego vidas humanas

  • descarga (1)“No todo lo que se puede investigar se debe investigar. Existen unos límites éticos a la ciencia que protegen al más desfavorecido y evitan que se pueda sacar beneficio de la manipulación de la vida humana”.
  • “Que existan ‘probabilidades’ de alcanzar resultados en una investigación con embriones, no significa que la Ley deba proteger e incluso alentar dicha investigación. La probabilidad no es fuente del Derecho”.

 

Madrid, 3 de febrero de 2016.- El pasado 1 de febrero la Autoridad de Embriología y Fertilización Humana (HFEA) de Reino Unido dio el visto bueno a un grupo de científicos, liderados por la estadounidense Kathy Niakan, para modificar genéticamente embriones humanos. Hoy hace justo un año, el 3 de febrero de 2015, el Reino Unido aprobó también la creación de embriones “de tres padres”. Existe hoy en día una contumacia en la manipulación de embriones.

La autorización conseguida está sujeta a la condición de que la manipulación sea aplicable exclusivamente para fines de investigación. “Sin embargo, lo anterior indica que esta práctica no apunta hacia ‘la curación de enfermedades’, cosa que también sería manipulación, sino a la experimentación con ellos para ‘conocer sus posibilidades y limitaciones’”, dice Mariano Calabuig, presidente del Foro de la Familia.

Hay que recordar que el embrión es un ser humano más, con sus capacidades, posibilidades de desarrollo y unicidad. Calabuig recuerda que “si el siglo XX puso el grito en el cielo ante la investigación médica sobre humanos realizada en los campos de concentración, ¿qué diferencia esto de la manipulación de embriones para la investigación médica?”

“¿Y si durante la ‘investigación’ descubren algo de lo que pueda obtenerse un beneficio?, ¿lo dejarán como tal o intentarán ‘patentarlo’ para obtener una posición de dominio en el mercado? En este sentido, hay que recordar que en el caso de Greenpeace contra Brüstle, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (el 18 de octubre de 2011, caso C-34/10) dictaminó la no ‘patentabilidad’ de la investigación con embriones”, recuerda el presidente del Foro.

Mariano Calabuig afirma que “no todo lo que se puede investigar se debe investigar. Existen unos límites éticos a la ciencia que protegen al más desfavorecido y evitan que se pueda sacar beneficio de la manipulación de la vida humana. No faltan, por desgracia, iniciativas científicas y legislativas que contemplan la producción, mediante las técnicas de reproducción asistida, de embriones humanos para ser ‘utilizados’ exclusivamente con fines experimentales (lo que equivale a su destrucción), transformándolos así en objetos de laboratorio, víctimas sacrificiales predestinadas a ser inmoladas en aras de un progreso científico que ha de perseguirse ‘a toda costa’”.

“A este respecto- prosigue Calabuig- y citando la misma sentencia mencionada anteriormente, la probabilidad no es fuente del Derecho; es decir, que existan ‘probabilidades’ de alcanzar resultados en una investigación con embriones (como resultado de la cual el embrión queda destruido), no significa que la Ley deba proteger e incluso alentar dicha investigación”.

1 Comentario

  1. Luis Franco. De la Real Academia de Ciencias

    Hace ya casi quince años, en 2002, la revista Nature publicó un artículo titulado «Your destiny from day one» en el que comentaba las entonces recientes investigaciones en embriología de la Dra Magdalena Zernicka-Goetz, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido). Quedaba patente en ellas, y se ha confirmado por investigaciones posteriores, que desde el momento de la concepción queda determinado el proceso de desarrollo del nuevo organismo. El artículo concluía con la frase: «Lo que queda claro es que los embriones tempranos de mamíferos no pueden despreciarse como si fueran una simple masa de células». Pienso que es preciso seguir divulgando estas investigaciones, que demuestran de un modo contundente la identidad del embrión humano.

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