Dos leyes distintas, misma ideología
Cada dos o tres días, entre la ingente cantidad de noticias que surgen continuamente sobre la pandemia, la gestión del gobierno, la “desescalada”, los fallecimientos (que siguen produciéndose pero que han pasado a un lamentable y triste segundo plano) y las desavenencias entre un grupo político y otro, se nos cuelan, con cuentagotas, noticias acerca de un Proyecto de Ley y un Proposición de Ley que merecerían estar en boca de todos y merecer una mayor respuesta social.
El primero tiene que ver con la nueva Ley de Educación, comúnmente llamada Ley Celaá, que parece ser que para este gobierno es más importante que la propia pandemia. Y esto es así porque se trata de una ley completamente ideológica, cuyo fin último nada tiene que ver con la educación de nuestros hijos ni con la mejora de las posiciones de España en las clasificaciones de excelencia europeas. Para los gobiernos de izquierdas, la educación siempre ha sido un bastión fundamental para conquistar. Saben que si dominas las mentes de los niños dominarás sus corazones, y si dominas sus corazones podrás en el futuro llevar a cabo los planes de ingeniería social que mejor se adecúen a sus planes de perpetuarse en el poder que, en definitiva, es de lo que se trata.
Por ello, y a pesar de todas las pandemias, o precisamente por ellas, la nueva ley tiene un carácter fundamental en los planes del gobierno. Son conscientes de que la situación política cambia día a día, que nadie puede aventurar qué puede pasar la semana que viene o qué va a pasar después del verano. Pero sí saben que si la ley se pone en marcha y el gobierno cambia, un nuevo ejecutivo no tendrá como prioridad un cambio en la ley, sino salvar a España del colapso económico al que nos han conducido. Y entonces la ley estará en marcha y sus planes de modificación de conciencias se habrán cumplido.
Por todo lo anterior es tan importante que hablemos y que nos opongamos a esta ley que en ningún se trazó pensando en el bien común.
Si tan importante es lo anterior, no menos lo es la Proposición de Ley para implantar la eutanasia en España. En este caso, el componente ideológico es mayor, no habiendo otros planes de futuro que el deshacerse de aquellas personas que son “un carga” para la sociedad, con una visión materialista y deshumanizada sin ninguna meta específica como no sea la del control de la población que tanto obsesiona a determinados lobbies internacionales (que por otra parte, no ocultan), despreciando el legado y la tradición de nuestros mayores y la deuda que la sociedad tiene con aquellos que trabajaron y se sacrificaron por una generación que ahora disfruta de lo que gratis recibieron.
Nuestros mayores ya han sufrido bastante. Han sido abandonados a su suerte en residencias sin el calor y el cariño que merecían por parte de una sociedad confusa y desorientada que, eso sí, aplaudía todas las tardes en los balcones. Héroe es quien lo ha dado todo por sus semejantes, y esto es precisamente lo que han hecho nuestros mayores.
No se merecen una ley así. ¿No ha habido ya suficientes muertos? ¿No les debemos, acaso, una ley que les proteja y les cuide en sus últimos años?
Hacemos una llamada a los bien nacidos. Seamos agradecidos.
Sinceramente, soy de los que creen que la verdad triunfa siempre, mas tarde o mas temprano, pero que hemos de ser nosotros, los que le demos la viabilidad de ese triunfo . Dios no nos niega su gracia, pero hay que abrir el grifo para que nos llegue el agua .
Si la verdad está con nosotros, ¿quién contra nosotros? . Hay que crear dos plaraformas, una para cada ley, con personas : (a) padres de familia en la primera y médicos geriatras en la segunda, (b) políticos y abogados de calidad que conozcan de las técnicas y estrategias de lucha en este partícular, y (c) expertos educacionales prácticos (prfereiblemente directores de planteles con experiencia y éxitos en estas lides) y expertos en la llamada eugenesia . Esa comisión, coordinada por un buen teólogo, como mejor conocedor de la verdad, y diseñar un contenido y una forma, no para superar al de enfrente (pues es mucho mas que eso) para producir un proyecto de ley con muchísima mejor calidad jurídica, profesional y política…y humana, para recabar mas apoyo y lograr su implantación . Que Dios les ilumine y guarde
La grave y creciente estatalización que estamos viviendo ha encontrado un caldo de cultivo apropiado en esta pandemia. Pero creo que también está resultando un revulsivo para una sociedad civil que vivía amodorrada, sin plantearse siquiera una actitud defensiva frente a los liberticidas.
Los temas: educación y eutanasia, son -sin duda- un claro objetivo de los estatalistas y harán TODO para conformarlos a sus locuras ideologizantes.
¡Confío que la nueva sociedad civil que ahora resurge no los dejarán hacer!