La natalidad no se compra

Los datos de nacimientos en el mundo occidental, con España como alumno aventajado, siguen desplomándose ante la inacción y desacierto de los políticos y de toda la sociedad. Se han presentado algunas -tímidas- iniciativas económicas, que no parecen estar dando el resultado pretendido.

La natalidad no se compra 1Desde el Foro de la Familia ya venimos adviertiendo desde hace tiempo de que para solucionar el invierno demográfico no basta con cheques bebé y similares. Dicho de otra forma, la natalidad no se compra. ¿Por qué?, porque no se trata de un problema sólo económico, que existe, y es importante, pero no es el único. Esta semana se han publicado estadísisticas de pueblos y regiones donde ayudas por nacimiento han fracasado estrepitosamente.

El principal inconveniente para tener hijos está en el proyecto vital de los jóvenes. A pesar de que tres de cada cuatro españolas aseguran querer tener tres o más hijos, pero que no pueden por el factor económico, la verdad es que antes quieren viajar, «disfrutar de la vida», salir… hasta bien avanzada la treintena, cuando consideran que ya es hora de formar una familia. Y entonces, las leyes de la Naturaleza son inflexibles. Probablemente puedas tener hijos, pero no los tres de los que hablabas.

Se necesita un cambio de paradigma en la sociedad. Demostrar que formar una familia no es incompatible, ni mucho menos, con disfrutar de la vida, con los viajes, con pasarlo bien… Es otra forma de hacerlo. Se requiere un Pacto de Estado por la Maternidad que recupere una mirada positiva sobre la figura de la madre, sin prejuicios ideológicos o hedonistas. Que demuestre que la maternidad no te hace menos mujer, ni es el final de la vida, sino el inicio de otra, más intensa, más difícil también, pero que te permitirá mirar la vida con otros ojos y experiencias y sentimientos que jamás habrías imaginado.

Y esto no es cosa sólo de políticos o dinero.

1 Comentario

  1. Teresa

    No es un problema económico, es un problema de egoísmo.
    Hubo tiempos de muchísima más precariedad económica y las mujeres tenían muchos hijos y se arreglaban perfectamente. Lo que ocurre es que ahora primero quieren viajar ,promocionarse en el trabajo… etc y después quieren tener un solo hijo o dos porque piensan en su comodidad.
    El sacrificio y el esfuerzo no dntrxn en sus planes. Una lástima, porque no hay mayor alegría que los hijos.

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